Por Jocabed Solano desde Glasgow-
El 6 de noviembre se realizó la marcha global por el clima. Alrededor de 50.000 personas, según los organizadores, recorrieron ayer las calles del centro de Glasgow para pedir justicia climática. Bajo la lluvia y el viento, la ciudad escocesa, sede de la COP26, ha vivido otra jornada de manifestaciones para exigir a los líderes políticos mundiales que se reúnen en la cumbre del clima más acción y menos palabras contra el calentamiento global. En la primera fila de la marcha estaban los pueblos indígenas, alzando la voz por la defensa de los territorios. Alguno de los pregones: ¨Amazonía viva humanidad viva¨. Pueblos Indígenas presente, somos los guardianes de la Madre Tierra. Dejen de matarnos por defender a la Tierra.
Para los Pueblos Indígena sigue siendo muy importante que se puedan tomar con urgencia las voces de las sabidurías milenarias y además abrir espacios para que participen en las tomas de decisiones. Como gunadule estábamos orgullosos de que en medio de la marcha ondeaba la bandera de nuestra nación.
En esta COP26 se ha realizado un acuerdo histórico para los pueblos indígenas: 1.500 millones de euros para proteger los bosques. Países como Reino Unido, Noruega, Alemania, EE UU, Países Bajos y 17 donantes estadounidenses se comprometen en la Cumbre del Clima de Glasgow a apoyar con una financiación directa a los pueblos nativos y a las comunidades locales, guardianes del 80% de la biodiversidad de la Tierra. La pregunta crucial es ¿Será que este dinero realmente llegará a las comunidades? Sabemos que hay estructura financiera que también debe ser descolonizada para que el recurso llegue a los pueblos indígenas. Y más allá de que el recurso financiero no es la solución como tal. Por otro lado, no quedarse con el pensamiento que al dar el dinero se está cumpliendo la deuda histórica hacia los Pueblos Indígenas. Más bien pensar en que debe ser un camino de reciprocidad planteada por los Pueblos Indígenas donde podemos reconocer que todos podemos contribuir con acciones concretas de manera colectiva e individual. Los pueblos indígenas han han salvaguardo el 80% de la biodiversidad.
Con relación a algunas otras promesas que se hicieron se destacan es el acuerdo sobre los bosques y el uso de la Tierra que se propone frenar la deforestación a nivel planetario para 2030; y el compromiso mundial sobre el metano, que busca reducir las emisiones globales de este gas de efecto invernadero en al menos 30% para el 2030, versus 2020, lo que calculan los científicos podría eliminar 0.2% de calentamiento para 2050. Además, el acuerdo sellado por 190 países, regiones y organizaciones para eliminar progresivamente la energía a carbón, no construir nuevas centrales eléctricas alimentadas por este combustible fósil y cerrar las existentes.
Por otro lado las comunidades de fe estuvieron presente también elevando una voz profética con relación a las demandas hacia los estados para que se lleguen a acuerdos que realmente puedan contribuir en la lucha contra el cambio climático. Diversas voces de fe entre estas las cristianas estuvieron marchando.
Publicado originalmente en ALC Notícias