BRASIL-

Sheila Tanaka

Foto: DSEI Oriximiná

La pandemia del nuevo coronavirus ha levantado muchas reflexiones sobre el modo de vida en las grandes ciudades, las relaciones de trabajo y de socialización, los hábitos cotidianos. El impacto ha sido tanto que el término “nuevo normal” ha dominado los periódicos y análisis sociológicas sobre el momento actual. Por otro lado, la pandemia expuso algo nada nuevo en América Latina y el Caribe: las históricas desigualdades y discriminaciones hacia las poblaciones más vulnerables.

Las condiciones diversas en las cuales los distintos países pudieron enfrentar a la pandemia profundizan todavía más las desigualdades mundiales. Los efectos más severos de la pandemia sobre la mortalidad y la escasez económica para poblaciones marginadas también explicitan las contradicciones internas de los países.

En la Amazonia, la región más biodiversa del mundo, la devastación causada por el virus puede generar consecuencias irreparables para la vida en el planeta. En este articulo presentaremos datos y reflexiones sobre la pandemia en Amazonia y sus impactos. Aunque el Covid-19 afecte de manera brutal a las poblaciones urbanas, enfocaremos aquí en las comunidades indígenas, por lo que representan para el futuro y la preservación de la región.

El objetivo de esa discusión es inspirar personas de fe, iglesias y organizaciones ecuménicas para la acción en defensa de la selva y de sus pueblos. Las organizaciones ecuménicas tenemos la misión de rescatar la esperanza y el encantamiento por la Creación, inspirando así a instituciones, gobiernos y a la población en general.

El avance de la pandemia en Amazonia indígena

La llegada del coronavirus en Amazonia ha alarmado desde el inicio a investigadores(as) y organizaciones locales, indígenas e incluso internacionales. No es la primera vez que las comunidades se ven enfrentando a enfermedades traídas por extranjeros, y las situaciones anteriores han señalado los riesgos de desaparición de los principales defensores de los bosques. Según la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, casi 3 millones de indígenas viven en territorio amazónico, repartidos en 400 comunidades, 60 en total aislamiento.[1] No son simplemente habitantes del bosque, sino son los guardianes de la naturaleza y del conocimiento ancestral sobre ella.

No obstante, su rol en proteger la mayor selva tropical del mundo y “pulmón” del planeta, los indígenas de Amazonia – así también como otras comunidades tradicionales – no tienen el reconocimiento, asistencia o protección adecuadas. En cambio, enfrentan diversos peligros asociados a la explotación económica de los recursos naturales: incendios, agricultura intensiva, minería, invasiones ilegales son algunas de las amenazas comunes, y que han aumentado en la pandemia de Covid-19[2]. Entre agosto de 2019 y julio de 2020 hubo un aumento de 33% en la deforestación en la región con relación al mismo periodo del año anterior, señalando el avance de la explotación del bosque a la medida que crece la vulnerabilidad de las comunidades. En diciembre de 2020 la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) ha declarado una situación de emergencia climática, exigiendo la acción inmediata de las autoridades frente a esa situación[3].

Hasta el momento han sido confirmados más de 2,5 millones de casos de COVID-19 en la Pan-Amazonia, y 67.318 fallecimientos[4]. La diseminación del virus en los territorios amazónicos ha sido impulsada por la histórica falta de asistencia, información y de condiciones adecuadas de saneamiento y servicios de salud. En Perú, uno de los países más afectados, solamente una de cada cuatro comunidades indígenas amazónicas tiene acceso a agua potable por la red pública[5]. Federaciones indígenas de la provincia de Loreto denunciaron el contexto insalubre en el cual las comunidades enfrentaban la llegada del virus: una creciente contaminación del agua y de la comida por petróleo en los ríos, además de los surtos de malaria y dengue. La ausencia del estado en esa región también impone largos viajes de días para acceder a cualquier servicio de salud, aumentando los riesgos de mortalidad del Covid-19 en comparación a otras regiones[6][7].

En un informe de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) de diciembre de 2020, se lee:

Mucho más que los números, fueron nuestros chamanes, nuestros rezanderos y rezanderas, parteras, cacicas y caciques, que partieron. Perdimos a nuestros ancianos que guardaban los recuerdos de nuestros ancestros, guardianes del conocimiento, de las canciones, de las oraciones, de nuestra espiritualidad. Líderes que dedicaron sus vidas a la lucha por la defensa del territorio, la integridad y la existencia física y cultural de su pueblo. Sufrimos en nuestro luto por esta tragedia que nos afecta no sólo a nosotros, los indígenas, sino a toda la humanidad[8].

El informe denuncia además lo que intitulan una política de genocidio por parte del gobierno brasileño. La violencia política y la persecución a los indígenas ha crecido en el periodo de la pandemia, y de marzo a noviembre de 2020 hubo más de 200 casos de violaciones de derechos humanos fundamentales reportados. La política de genocidio se caracteriza no solamente por la omisión, sino por lo que parece una acción de exterminio: mismo en una emergencia sanitaria, el gobierno ha gastado 9% menos del presupuesto reservado a la salud indígena en el primer semestre de 2020, en comparación a 2019[9]. El gobierno brasileño también ha vetado puntos importantes de una ley de julio de 2020, con medidas para contener el impacto del virus entre los pueblos indígenas, quilombolas, pescadores artesanales y otros pueblos y comunidades tradicionales. La ley sigue hasta hoy sin implementación integral.

Los problemas causados por la ausencia de protocolos, capacitación, infraestructura e insumos han elevado el número de muertes más allá de las fronteras brasileñas. El río Amazonas ha sido una ruta de contaminación de muchas epidemias en la historia, y eso no ha sido diferente con la pandemia del coronavirus. En la Amazonia colombiana, el virus ha llegado por la frontera con Brasil, abriendo un pasillo de contagio a comunidades de la región. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha alertado para el riesgo de extinción de los pueblos indígenas en el departamento de Amazonas, que hace frontera con Brasil y Perú, y donde la población indígena es casi 60% de la población total del departamento[10]. En la segunda ola de contagios, entre diciembre y enero de 2021, el aumento de casos desde Brasil ha llevado el gobierno colombiano a cerrar la frontera con ese país. Las lideresas indígenas alertan a los riesgos para la seguridad alimentaria de la población indígena, una vez que las comunidades quedan desabastecidas en periodos de cierres de vías y no hay comunicación con los pueblos más alejados[11].

En Bolivia, la detención de actividades para contener al avance del virus no ha sido adoptada en las zonas extractivas, exponiendo los pueblos indígenas de Amazonas a contaminación por los trabajadores en usinas de extracción de gas y petróleo en áreas cercanas a territorios indígenas. Por otro lado, el aislamiento de las comunidades ha dificultado el acceso a alimentos e insumos de salud e higiene[12]. La Amazonia boliviana ha sido la región más afectada en número de fallecimientos después de Brasil, llegando a más de 8 mil muertes hasta abril de 2021.

Mientras en otras partes del mundo se hablaba de la pandemia como un momento de reevaluar las prácticas predatorias de la humanidad sobre la naturaleza, en Amazonia el impacto ha sido todo el contrario. Aunque en algunos países la deforestación tenga disminuido como consecuencia de las políticas de aislamiento social, como en Perú, en otros ha aumentado todavía más. En Brasil, el país que alberga 60% de todo el territorio amazónico, la confusión causada por la pandemia ha sido una oportunidad para que madereros y mineros ilegales avancen sobre territorios protegidos, con pleno endoso del gobierno nacional. En febrero de 2021, instituciones del gobierno brasileño, teóricamente responsables por la protección del medio ambiente y de la población indígena han divulgado una normativa para permitir la explotación agrícola en tierras indígenas, evidenciando todavía más los intentos de exterminar las áreas de protección ambiental bajo tutela de pueblos tradicionales.

Las consecuencias de la falta de responsabilidad de las autoridades con la preservación de la selva y protección de sus defensores son inmensurables. Científicos han ya alertado al hecho de que la deforestación puede ser la causa de futuras pandemias a que la humanidad tendrá que enfrentar en las próximas décadas. Eso porque la degradación del bioma original hace con que muchas especies busquen comida y hospedaje en otras zonas, llevando a una diseminación de virus y bacterias a los cuales los seres humanos no tienen defensa inmunológica[13]. Además, las áreas deforestadas son más susceptibles a los incendios – lo que libera humo y hollín en la atmósfera y agrava todavía más las enfermedades respiratorias, como el caso del Covid-19[14].


[1] https://www.amazoniasocioambiental.org/pt-br/radar/pandemia-deja-a-la-amazonia-mas-fragil-que-nunca/

[2] idem

[3] https://coicamazonia.org/pueblos-indigenas-declaran-emergencia-climatica-en-la-amazonia/

[4] Dato de 12 de abril de 2021. Fuente: REPAM

[5] https://www.unicef.org/peru/historias/covid-19-amazonia-peruana-se-necesitara-mas-que-agua-y-jabon-coronavirus

[6] https://www.amazoniasocioambiental.org/pt-br/radar/latinoamerica-pueblos-indigenas-cierran-sus-territorios-frente-al-avance-del-coronavirus/

[7] https://www.brasildefato.com.br/2020/05/11/os-povos-originarios-da-america-latina-na-era-da-covid-19

http://www.aidesep.org.pe/sites/default/files/media/COMUNICADO_CCIL_FEBRERO.pdf

[8] APIB (2020). Nuestra Lucha es por la Vida. P. 5

[9] https://www.inesc.org.br/mesmo-com-pandemia-governo-gastou-menos-com-saude-indigena-em-comparacao-a-igual-periodo-de-2019/

[10] https://www.onic.org.co/comunicados-osv/3829-reporte-especial-001-trapecio-amazonico-pueblos-indigenas-con-alto-grado-de-vulnerabilidad-multifactorial

[11] https://es.mongabay.com/2021/01/covid-19-pueblos-indigenas-temen-el-impacto-de-la-segunda-ola-de-la-pandemia/

[12] https://es.mongabay.com/2020/04/bolivia-pueblos-indigenas-coronavirus-covid-19-salud/

[13] https://brasil.mongabay.com/2020/04/desmatamento-acelerado-na-amazonia-pode-levar-a-proxima-pandemia/

[14] https://noticias.uol.com.br/colunas/leonardo-sakamoto/2020/05/10/covid-queimadas-na-amazonia-ampliam-risco-de-morte-e-de-colapso-hospitalar.htm